Sustentable vs sostenible: Las claves para un futuro más ecológico y limpio

Sustentabilidad y sostenibilidad | Blog Santander Open Academy

En el mundo actual se habla mucho de sostenibilidad y sustentabilidad como conceptos cruciales para el futuro del planeta. Sin embargo, a veces puede ser difícil discernir las diferencias entre estas dos ideas, que aparentemente son muy parecidas. Este artículo nos ayudará a comprender la distinción entre que sostenibilidad y sustentabilidad, y cómo esto es clave para asegurar un futuro más justo y sostenible para todos.

La idea de una relación armoniosa entre el planeta, la sociedad y su economía se ha enfocado en el desarrollo sostenible como respuesta a los desafíos ambientales y sociales que enfrenta el mundo contemporáneo. A través del análisis crítico de este tema, podemos llegar a comprender las diferentes ideas que rodean que sostenibilidad y sustentabilidad. Para entender estos términos, es necesario ir paso a paso, con ejemplos concretos que nos ayuden a visualizar su significado en la realidad.

🔸 Índice
  1. Sustentable vs. Sostenible: ¿Qué se mantiene realmente?
  2. El Desarrollo Sostenible: Una visión histórica
  3. Conclusión: Una mirada al futuro
  4. ¿Qué es el desarrollo sostenible?
  5. El concepto de sustentável y sostenible
  6. La importancia del equilibrio en la economía, el medio ambiente y la sociedad
  7. Implicaciones del desarrollo sostenible para el futuro
  8. Algunos ejemplos de acciones sostenibles
  9. Conclusiones
  10. ¡Actuar hoy por un futuro más sostenible!

Sustentable vs. Sostenible: ¿Qué se mantiene realmente?

Existen veces que usamos las palabras "sustentable" y "sostenible*" (aunque se usan indistintamente) sin comprender sus diferencias esenciales. La distinción entre estas dos ideas es fundamental para entender cómo podemos garantizar un futuro sostenible para el planeta.

¿Sostenible es lo que significa una idea o postura? La palabra sustentable, por término general, se refiere a algo o alguien que puede mantenerse a lo largo del tiempo y que no excede en el uso de los recursos naturales. Por ejemplo, una economía sostenible implica un modelo económico que asegura la rentabilidad a largo plazo, evitando la sobreexplotación de los recursos y minimizando el impacto ambiental.

Mientras que “sostenible” es una característica de algo, "sustentable" se trata de una categoría a la que se deben someter para que el proceso de desarrollo sea sostenible o no. El término desarrollo sostenible se convirtió en un objetivo vital para el futuro, ya que busca un equilibrio entre la economía, el medio ambiente y la sociedad que sea compatible con el futuro. La teoría del desarrollo sostenible sugiere que nuestro planeta tiene capacidades limitadas y sus recursos deben usarse de manera responsable y justa para asegurar la seguridad de las generaciones futuras.

El Desarrollo Sostenible: Una visión histórica

La importancia de la sustentabilidad se intensificó en la década de 1980, cuando el informe Brundtland de 1987 sentó las bases del término desarrollo sostenible. Este documento internacional definió el desarrollo sostenible como un enfoque integral que tiene como objetivo equilibrar las necesidades de la sociedad actual con las posibilidades para las generaciones futuras. El énfasis se coloca en la utilización responsable de los recursos naturales, la promoción de una economía verde y la creación de sociedades justas y equitativas.

El informe Brundtland marcó un hito en la conciencia global sobre el desarrollo sostenible, estableciendo una ruta para el cambio hacia un modelo de desarrollo más equilibrado e inclusivo. La idea de que sostenibilidad y sustentabilidad se ha convertido en un desafío importante en la actualidad, especialmente en vista del creciente impacto de la contaminación ambiental, la pérdida de biodiversidad y los desafíos sociales.

Conclusión: Una mirada al futuro

La distinción entre "estable" y "sustentable" nos ayuda a comprender mejor el enfoque del desarrollo sostenible. Al comprender que la sostenibilidad no es simplemente un concepto vacío, sino una necesidad urgente para asegurar un futuro más claro y resiliente para todos. La clave está en la conciencia individual y colectiva sobre el tema, impulsando acciones concretas que permitan reducir nuestra huella de carbono y promover un mundo más justo y sostenible.

¿Qué es el desarrollo sostenible?

El desarrollo sostenible se refiere a un modelo de crecimiento económico que busca equilibrar las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Es esencial comprender que este enfoque no solo se limita a proteger el planeta, sino también a crear un futuro más justo y equitativo para todos los seres humanos. Para lograrlo, es necesario contemplar tres pilares fundamentales:

  • Ecología: Consiste en conservar las fuentes renovables de recursos como agua y biodiversidad. Esto implica implementar políticas, tecnologías y prácticas que reduzcan la contaminación, protegen los ecosistemas y promuevan un uso responsable de los recursos naturales.

    • Economía: Se orienta a generar oportunidades económicas desde una perspectiva basada en el desarrollo humano sostenible. Esto se logra a través del fomento de sistemas empresariales responsables, la creación de empleo equitativo y asegurar un acceso equitativo a las necesidades básicas como la educación, la salud y la vivienda.
  • Sociedad: Es vital prestar atención a las desigualdades sociales, promoviendo la justicia, la igualdad de oportunidades y el respeto por los derechos humanos.

La implementación del desarrollo sostenible requiere un enfoque integral que involucre a gobiernos, empresas, comunidades y cada individuo en la búsqueda de soluciones para construir un futuro más próspero y equilibrado.**

El concepto de sustentável y sostenible

Ambos términos, "sustentable" y "sostenible", se relacionan a una forma integral de gestionar el planeta para garantizar su futuro. Sin embargo, hay diferencias en su enfoque.

Sostenible, es un término que describe algo con capacidad de perdurar por un tiempo en un entorno específico. Se centra en la duración de un proceso, sistema o método y puede usarse para describir productos, servicios, empresas o prácticas. La sostenibilidad en este contexto se basa en asegurar que el recurso, servicio o producto no se agote a menos que sea gestionado de manera responsable.

En contraste, sustentable es una característica de algo que asegure su existencia a largo plazo sin exceder los límites de los recursos naturales y sin dañar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras. Esta característica se utiliza principalmente en la evaluación de procesos, estrategias, sistemas o modelos de desarrollo social o económico. La sustentabilidad como concepto se centra en la preservación del planeta y la creación de un futuro mejor para todos.

La importancia del equilibrio en la economía, el medio ambiente y la sociedad

El desarrollo sostenible se basa en la comprensión de que el equilibrio entre la economía, el medio ambiente y la sociedad es esencial para asegurar un futuro justo y saludable para todos. Este equilibrio no es simplemente una meta aspirativa, sino una necesidad vital.

Cada uno de los tres pilares - la economía, el medio ambiente y la sociedad - están vinculados entre sí y dependen de una relación armoniosa para garantizar un futuro próspero y sostenible. La salud del planeta y su capacidad para abastecer las necesidades de las personas están interconectadas con la estabilidad económica y el bienestar social.

Un modelo económico insostenible, por ejemplo, puede generar problemas medioambientales como la contaminación e la pérdida de biodiversidad, afectando la calidad de vida de las poblaciones vulnerables. Por otro lado, si no se toman medidas para proteger los recursos naturales, la economía podría verse afectada a corto y largo plazo. La sostenibilidad social requiere asegurar un acceso equitativo a los recursos básicos para todos, evitando desigualdad y pobreza.

Para lograr este equilibrio, es fundamental implementar estrategias que impulsen el desarrollo de sociedades que prioricen un enfoque integral de la crisis ambiental. Esto implica un compromiso con prácticas más sostenibles, la reducción de la contaminación, la protección de los ecosistemas y el acceso a recursos esenciales para todas las personas. Los esfuerzos para promover la sostenibilidad no se limitan a un sector o una actividad particular, sino que necesitan una visión colectiva para asegurar un futuro próspero y sostenible para todos.

Implicaciones del desarrollo sostenible para el futuro

El desarrollo sostenible tiene un impacto profundo e integral para nuestro futuro, no solo ambiental, sino también social y económico. Su implementación implica repensar cómo nos relacionamos con la Tierra y con nuestros semejantes.

Al adoptar un modelo de desarrollo duradero, garantizamos la satisfacción de las necesidades presentes mientras protegemos los recursos para las generaciones futuras. Esto implica asegurar una base sólida para el crecimiento económico, una vida digna para todos y la preservación del planeta para que siga siendo habitable.

Su implementación en la esfera mundial significa abordar los desafíos globales como la crisis climática, la pobreza y la desigualdad social, impulsando la innovación en sectores cruciales como la energía renovable, la agricultura sostenible, y la gestión de recursos hídricos. Un futuro con desarrollo sostenible implica una transición acelerada hacia modelos de producción más limpios, un aumento del acceso a la tecnología verde y la creación de empleos en áreas como el sector energético renovable y lo circular.

De este modo, el desarrollo sostenible no solo nos permite abordar el desafío ecológico que enfrentamos ahora, sino que también impulsa un futuro que es menos vulnerable a crisis como los desastres naturales, la degradación de los ecosistemas o las tensiones sociales provocadas por la desigualdad económica. Un modelo de desarrollo basado en principios de sostenibilidad tiene el potencial de asegurar una mejor calidad de vida para las personas y un planeta saludable para todas las generaciones.

Algunos ejemplos de acciones sostenibles

El desarrollo sostenible se traduce en acciones que buscan preservar el equilibrio entre la economía, el medio ambiente y la sociedad. Algunas de estas acciones pueden reflejarse en las prácticas cotidianas:

En el hogar:

  • Eficiencia energética: Utilizar bombillas LED, apagar luces innecesarias y ajustar termostato para ahorrar energía eléctrica.
  • Reducción del consumo de agua: Tomar duchas cortas, reparar fugas de grifos y utilizar lavadoras con programas eficientes.
  • Recolección de residuos: Impulsar la separación de residuos orgánicos y electrónicos, así como el compostaje para evitar la contaminación.

En la comunidad:

  • Transporte sostenible: Optar por el transporte en bicicleta o caminando cuando sea posible, usar vehículos compactos o electrificados, promover un uso responsable de automóviles.
  • Consumo consciente: Priorizar productos locales y de temporada, reducir el desperdicio alimentario, comprar con conciencia apoyando empresas que practican un modelo de desarrollo sostenible.

En la economía:

  • Uso responsable de los recursos: Incentivar la inversión en energías renovables como solar y eólica, promover una industria circular y reutilizar y reciclar materiales.
  • Desarrollo de productos y servicios sostenibles: Priorizar la creación de productos con bajo impacto ambiental y que sean duraderos o rentables a largo plazo.

Estas son algunas acciones pequeñas, pero concretas que sumadas a la acción colectiva pueden lograr grandes transformaciones hacia un futuro más sostenible.

Conclusiones

El desarrollo sostenible se presenta como una realidad indispensable para asegurar un futuro próspero y equitativo para todos. Las acciones individuales, combinadas con un compromiso colectivo por parte de gobiernos, empresas y sociedad civil, son clave para construir un modelo de crecimiento social y económico que no exceda los límites del planeta.

El éxito dependerá de la implementación efectiva del compromiso con prácticas sostenibles en cada sector, desde el uso responsable de los recursos, el cuidado del medio ambiente hasta la equidad social y la distribución justa de la riqueza, generando una economía circular que beneficie a las personas y al planeta. Un futuro sostenible no es solo un lujo, es imperativo para asegurar el bienestar presente y futuro para las generaciones venideras.

Es tiempo de tomar conciencia sobre la importancia del cambio hacia este modelo de desarrollo, ya que su implementación se traduce en un mayor bienestar general, incluyendo una vida digna para todos, la protección del planeta y un futuro más sostenible para nuestro planeta.

¡Actuar hoy por un futuro más sostenible!

Cada acción tomada, sin importar la magnitud, contribuye a construir un mundo mejor y más sostenible. El reto es claro: avanzar hacia un modelo de desarrollo que priorice la salud del planeta y las necesidades de todas las personas.

Pero si bien puede parecer una tarea monumental, es fundamental comprender que ¡somos agentes de cambio! Empoderarnos con el conocimiento y adoptar prácticas sostenibles en nuestras vidas cotidianas, nos convierte en parte vital del proceso.

No esperemos a un futuro lejano para iniciar este cambio. Hoy mismo podemos:

  • Comenzar por pequeños pasos en nuestra casa: cambiar a bombillas LED, regar plantas con agua fría y reducir el gasto de agua caliente.
  • Optar por opciones sostenibles al utilizar nuestro transporte: caminar, andar en bicicleta o elegir medios de transporte más limpios como el metro.
  • Priorizar productos de calidad duraderos, reusar y reciclar objetos y optar por restaurantes locales que utilizan recursos de forma responsable.

Un cambio real, requiere de la colaboración de cada individuo. ¡El futuro sostenible comienza hoy!

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